A la Guardia Civil le han vuelto a pillar con el paso cambiado la llegada de las temperaturas siberianas que estamos teniendo en la provincia de Alicante. Un año después de sufrir el frio intenso de Filomena y de denunciar la carencia de aparatos de calor en muchos de los puestos de la Benemérita en la provincia seguimos en el mismo punto que estábamos. Si los agentes quieren trabajar en un ambiente cálido, sin guantes, abrigos, etc. son ellos mismos los que deben poner una solución al problema llevando de sus casas los calefactores.
Así están por ejemplo en Villena donde se han alcanzado los -11.5 grados y los guardias se tienen que cambiar con esas temperaturas en un vestuario sin calefacción, o trabajar en unas dependencias nuevas en las que no se han molestado en poner una bomba de calor y frio.
O en Sax donde el mercurio ha bajado hasta los -5.3 y las inclemencias en el cuartel las sufren guardias y ciudadanos porque no hay calefacción en el cuarto de puertas. En estos dos puestos los agentes se han llevado de sus casas calefactores, en el primero para combatir el frio en el vestuario y las dependencias oficiales destinadas a cabos y suboficiales y en el de Sax para evitar la congelación de los guardias y de los ciudadanos que tiene que acudir a las oficinas de atención.
Pero en este último cuartel ya llueve sobre mojado porque en verano sufrieron las inclemencias de un mercurio por encima de los 40 sin un aparato de aire acondicionado y ahora se enfrentan al frio con lo que tienen en sus casas los guardias.
Pero estos dos puestos no son los únicos que están padeciendo las inclemencias. También se calientan los guardias y los ciudadanos con calefactores particulares en el cuarto de puertas Cuartel de Castalla. En el de Monóvar, estas pasadas noches, los guardias se han cambiado en unos vestuarios que apenas llegaban a los 2 grados. Un problema con el frio que también tienen en este cuartel en los vehículos oficiales ya que además de ser escasos, viejos y pasados de kilómetros uno de ellos no tiene ni calefacción.
Un problema que los guardias civiles y nuestra Asociación no entiende como no ha sido solucionado porque tienen constancia de su existencia desde hace tiempo. Es más, en alguno de estos puestos la Benemérita tiene a buen recaudo, con sus embalajes sin quitar, bombas de calor y frio necesarias para acabar con el problema. El motivo de que no estén instaladas? Que como no se pagan los servicios requeridos el instalador este se niega a hacer un nuevo trabajo hasta que le paguen.
En AEGC no entendemos como la Guardia Civil, después de la experiencia que nos dió Filomena, sigue sin dar una solución a un problema que sufren agentes y ciudadanos. La primera impresión que se lleva un ciudadano que acude a uno de estos puestos es de dejadez y de desidia hacia los hombres y mujeres que prestan un servicio público y de falta de interés hacia los propios ciudadanos a los que se transmite la sensación de ser de tercera.
Desde AEGC urgimos a que la Guardia Civil ponga una solución a un problema del que tienen conocimiento desde hace años, por salud laboral de los guardias y bienestar de los propios ciudadanos. Los equipos los tienen. El único esfuerzo que les pedimos es que los instalen.
Fuente AEGC
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