Zoula, una hembra adulta de león (Panthera leo), acaba de llegar a AAP Primadomus después de haber pasado 16 años en un pequeño circo francés. Los dueños del espectáculo se pusieron en contacto con una clínica veterinaria, en la Bretaña francesa, para eutanasiarla. Pero el veterinario decidió no sacrificarla, ya que la leona no era tan mayor, solo sufría obesidad. Se puso en contacto con la Fundación AAP (Animal Advocacy and Protection) y convenció al propietario para suscribir el acuerdo que firman todos los circos al donar sus animales a la Fundación: La obligación de no adquirir, ni utilizar fauna salvaje en sus espectáculos nunca más.
Zoula se encuentra en estos momentos en el área de cuarentena de grandes felinos del centro de rescate AAP Primadomus. El personal veterinario ha determinado que la leona necesita equilibrar la ingesta calórica y ejercicio en cuanto termine la cuarentena y salga a las instalaciones exteriores. Al igual que en los humanos, la mala alimentación y el sedentarismo impactan directamente en el aumento de peso. El sobrepeso puede provocar diabetes, enfermedades cardiovasculares y problemas en las articulaciones.
Los leones de circo, aunque están en continua itinerancia, no ejercitan sus músculos ya que son transportados en minúsculos carromatos. Las consecuencias de esta vida como artistas no solo repercuten en su forma física, lo más preocupante es el impacto que provoca la vida circense a nivel comportamental. Durante los espectáculos, los leones no actúan según su propia etología (biología de la conducta) dado que en vez de cazar, rastrear o dormitar, acaban realizando absurdas piruetas.
En 4 años AAP Primadomus ha rescatado a 50 grandes felinos (tigres, leones, leopardos, puma). El 80% de estos animales provienen de circos. La labor realizada por la fundación junto a otras ONGs a través de la coalición Infocircos ha sido espectacular: 10 comunidades autónomas y 500 municipios han prohibido los circos con animales salvajes.
No obstante el trabajo de protección y defensa animal de AAP no puede parar. Por un lado, cientos de animales salvajes siguen atrapados en circos itinerantes. La concienciación -tanto social como política- sigue siendo imprescindible. Por otro, los leones que han vivido durante años en pequeños carromatos necesitan un centro dónde rehabilitarse. No pueden volver a la naturaleza, pero al menos en el centro de rescate AAP Primadomus pueden ser rehabilitados, minimizando así, las secuelas de toda una vida a manos de un domador.
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