Ha vuelto a suceder. ¡Sí, de nuevo! Una nueva amenaza por parte de dos descerebrados a un joven de tan sólo 17 años en la localidad de Petrer. De nuevo por su condición sexual, algo que, desafortunadamente, se ha convertido en una nueva plaga que hay que extinguir sí o sí.
17 años, pero con un "par de huevos". Adrián Palazón (él ha querido valientemente que apareciera su verdadero nombre así como una imagen) se encontraba en la Avenida Reina Sofía, justo en la puerta del Polideportivo Municipal de Petrer, cuando fue increpado de manera cobarde por dos "marchitos" que, navaja en mano, y al grito de MARICÓN, le amenazaron con quitarle la vida.
"Eran dos chavales, uno bajito y con el pelo moreno rizado, y el otro un poco más alto, con el pelo liso y moreno", manifestaba Adrián en sus redes sociales, una vez interpuesta la denuncia en comisaría.
Pronto su perfil se llenó, como por arte de magia, de empatía, agradecimiento por su valentía de hacer público un hecho que no debe de quedar impune, y de ánimos para que esos dos 'malnacidos' reciban el castigo que merecen.
Y es que el asesinato homófobo de Samuel Luiz en A Coruña ha puesto de relieve el problema de intolerancia que sigue habiendo en nuestro país, una lacra social que se ha vuelto a repetir en Petrer y en Badajoz, y eso no son agresiones gratuitas, son agresiones homófobas.
Que pena que en pleno siglo XXI sigan sucediendo estos casos más propios de la España en blanco y negro. Desde aquí me gustaría decirle a Adrián Palazón que no cambie.
Que siga luchando por sus valores y que tiene a un gran ejército de adeptos detrás de él, empujándole y enarbolando la bandera de la libertad: libertad de expresión, de género sexual, de ideología política o religión. ¡Cuánto nos queda por aprender de personas como Adrián!
Ojalá que esos indeseables reciban el castigo merecido. Mi respeto absoluto, valiente. Salud.
Por José Manuel Penadés Cambra
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