No es difícil amenazar a un semejante. Lo difícil es madrugar cada día para llegar al trabajo.
No es difícil manejar una pistola. Lo difícil es manejar un azadón para labrar la tierra.
No es difícil inventarse ripios para insultar al prójimo. Lo difícil es ser poeta.
No es difícil quemar contenedores. Lo difícil es retirar la basura cada noche.
No es difícil encerrarse en la Universidad para protestar por algo. Lo difícil es encerrarse media vida hasta sacar una carrera.
No es difícil rociar con gasolina a un coche. Lo difícil es llenar el depósito de gasolina.
No es difícil correr delante de la policía. Lo difícil es correr detrás de la sabiduría.
No es difícil arrancar un adoquín para usarlo como arma. Lo difícil es ser un magnífico albañil que pavimente la calle.
No es difícil herir a un semejante. Lo difícil es atender luego a los heridos.
No es difícil destrozar el escaparate de un comercio. Lo difícil es arriesgar tu patrimonio para crear ese comercio y dar trabajo a los demás.
No es difícil comentar la inmensidad del océano. Lo difícil es enfrentarse a la mar con una barca de pesca.
No es difícil forzar una cerradura para vivir en la casa de otro. Lo difícil es pagar una hipoteca.
No es difícil insultar a quien no opina como tú. Lo difícil es pensar que tal vez puedas ser tú quien se equivoca.
No es difícil exigir que no te impidan hablar. Lo difícil es saber cuándo procede el silencio.
No es difícil exigir nuevos derechos. Lo difícil es cumplir con los deberes.
No es difícil pedir más libertad cuando ya se tiene la libertad de pedirla. Lo difícil fue conseguir la libertad cuando la libertad no estaba.
Y algún día, ya lo veréis, seremos nosotros los alzados. Nosotros. Los sumisos. Los callados. Los pagafantas. Los madrugadores. Los mansos. Los que queremos la paz. Los de las dificultades diarias. Los que sostenemos la Hacienda Pública. Los que no vivimos de enredar. Los que no vivimos de enfrentar. Los que somos lo que somos gracias a nuestros mayores. Los del esfuerzo personal. Los silenciosos.
Nosotros tomaremos las calles algún día. Y entonces, vosotros, no seréis nada.
Firmado: Juan Manuel Jiménez Muñoz.
(Médico y escritor malagueño) .